viernes, 16 de mayo de 2008

The Sparrows and the Nightingales

Gorriones y ruiseñores. Una comparación curiosa, injusta probablemente. Como la vida misma. En esta vida hay gorriones y hay ruiseñores. Es lo que hay, los gorriones son gorriones y los ruiseñores, no sólo son ruiseñores, sino que resultan no ser gorriones. Me pareció un buen título para un proyecto que tenía en mente desde hace tiempo: este blog. La idea es bien simple: publicar vídeos (intentando que tengan una calidad aceptable) de canciones y comentarlas un poco. Cosas como el sentido de los comentarios la frecuencia de publicación irán surgiendo según se me antoje.

Esta canción tuvo un éxito apreciable a principios de los 90. Es de los alemanes Wolfsheim (no muy conocido para el gran público) y siempre he creido que trata de alguien que ha perdido su propio rumbo (yo creo que es un pobre gorrión) y necesita un poco de ayuda para poder salir adelante.

Lamentablemente, no creo que Dios esté aquí para separar los gorriones de los ruiseñores. La idea de Dios como sexador de pollos separando gorriones y ruiseñores, diferenciando entre soldados y entre pescadores se me antoja demasiado absurda como para poder llegar a imaginármela. Por que aunque todos veamos la diferencia entre un gorrión y un ruiseñor, puede llegar a no haber ninguna entre pescadores y soldados, porque la ternura puede llegar a ser extremadamente cruel. No quiero un Dios que se dedique a eso, dejémosle con lo suyo, que ya nos ocuparemos nosotros de estos quehaceres. Al final, lo cierto es que cada uno tiene su propio camino y sólo uno mismo puede trazarlo, porque por mucha gente que tengamos alrededor, no dejamos de estar solos.

Un saludo a todos los gorriones y ruiseñores.